El escritor francés Francois de la Rochefoucauld afirmó que “los celos se nutren de las dudas y la verdad los deshace o los colma”.
Efectivamente, los celos son un sentimiento natural que aparecen en un momento dado ante el miedo de perder a nuestra pareja porque dudamos de si quiere más a una tercera persona. La diferencia entre los celos normales y los patológicos está en si nos hacen perder o no nuestra capacidad de raciocinio.
“Ya no siento lo mismo, ¿puedo volver a querer a mi pareja como pareja?” En mi opinión la respuesta es sí se dan dos elementos fundamentales:
Que yo vea en mi compañero/a aspectos positivos, cosas que me agradan, y que sean más en cantidad o en cualidad que aquellas que no me gustan.
Que yo quiera recuperar el amor, que no muestre una actitud de rechazo a intentarlo sino que realmente desee apostar por tratar de recuperar una buena relación de pareja pese a mi dolor y mis dudas.
El principal tema de discusión de las parejas que conviven es las tareas del hogar, siendo las actividades que generan más conflicto las siguientes:
La colada y todo lo que implica (lavar, tender, planchar), cocinar (forma de cocinar y limpieza de la cocina), el orden y la limpieza en general (especialmente del baño).
En las parejas heterosexuales los problemas surgen por dos razones principales: porque lasmujeres se cansan de “educar” sobre lo que hay que hacer y cómo hacerlo, y porque también se cansan de la sensación de injusticia porque su compañero no colabora en la realización de las labores domésticas en la medida en que consideran que deberían hacerlo.
En la siguiente entrevista en Radio Nervión ofrezco pautas para gestionar los conflictos de pareja derivados de las tareas de casa.
Según las estadísticas del Consejo General del Poder Judicial, en el cuarto trimestre del año se acumula el mayor número de demandas de divorcio, coincidiendo con el final del período estival.
En el siguiente enlace a la revista BAO explico las razones:
El número de matrimonios celebrado en el estado español en el año 2013 fue de 155.098. Paralelamente el número de separaciones y divorcios ascendió a 100.327, lo que supone dos rupturas de parejapor cada tres matrimonios celebrados, habiendo permanecido casad@s una media de 15 años (últimos datos definitivos proporcionados por el I.N.E.).
A la vista de estos datos y de la realidad que percibimos, nos podemos preguntar si también nosotr@s contribuiremos en un futuro más o menos cercano a engrosar el porcentaje oficial de parejas rotas.