¿CELOS DE PAREJA NORMALES O PATOLÓGICOS?

El escritor francés Francois de la Rochefoucauld afirmó que “los celos se nutren de las dudas y la verdad los deshace o los colma”.

Efectivamente, los celos son un sentimiento natural que aparecen en un momento dado ante el miedo de perder a nuestra pareja porque dudamos de si quiere más a una tercera persona. La diferencia entre los celos normales y los patológicos está en si nos hacen perder o no nuestra capacidad de raciocinio.

Así, mientras los primeros se experimentan puntualmente y pueden producir algún roce en la relación, los celos patológicos no tratados acaban destruyendo la pareja porque aparecen continuos rivales imaginarios que se convierten en una obsesión para la persona celosa y actúa compulsivamente para colmar de verdad su “certeza” a través de la búsqueda de indicios confirmatorios de sus sospechas.

El día a día de la persona celosa se convierte en un sinvivir: pensamientos e imágenes de traiciones donde no las hay, falta de descanso, nerviosismo y ansiedad, actitud vigilante, conductas compulsivas como forma de afrontamiento de la situación (por ejemplo, el abuso de alcohol o los atracones de comida).

Para quien soporta los celos también resulta una situación muy dolorosa y se vive con gran impotencia. Las explicaciones, las justificaciones, los datos objetivos, el afirmar una y otra vez que a la persona que se quiere es al propio compañero/a… no sirven. Se deja de hablar con alguien o de ir a lugares para evitar que la pareja se enfade, ya no se ponen determinadas prendas de vestir, se oyen continuos reproches que llegan hasta los insultos o incluso la agresión física, el teléfono está absolutamente controlado…. y, a estas alturas, si se desea salvar la relación de pareja es necesario utilizar la razón y dejar reposar a la pulsión.

¿Qué pruebas tengo de que mi pareja está enamorada o tiene algún tipo de “relación especial” con otra persona?

Si soy capaz de escribir un listado con esas “pruebas” es conveniente hablarlo para exponer las dudas generadas a partir de las conductas o hechos identificados. El tono de inicio de la conversación puede ser de preocupación pero no de acusación, porque esta genera agresividad y en lugar de construir seguiremos destruyendo la relación.

En el caso de que se llegue a la conclusión de que no hay datos objetivos para sentir celos pero no se pueden controlar, será imprescindible la orientación profesional para aumentar la confianza en un@ mism@, superar el miedo al abandono y la soledad, aprender a confiar en nuestr@ compañer@ y desarrollar habilidades sociales para mantener una buena comunicación de pareja de manera que la verdad deshaga los celos.

 

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