¿LOS POLOS OPUESTOS SE ATRAEN?

¿Quién dijo que los polos opuestos se atraen? Sí, se atraen, pero nada más; no se comprenden”, afirma el escritor Alberto Fuguet. ¿Tendrá razón?

La investigación en el campo de las relaciones de pareja parece indicar que la Ley de Atracción válida en la Física no necesariamente se cumple en el amor; de hecho, aunque no se puede generalizar, la semejanza es uno de los elementos que influye en el enamoramiento.

La similitud entre dos personas para aumentar la probabilidad de mantener una relación de pareja satisfactoria no hace referencia tanto al ser como al pensar de forma parecida. De hecho, en la práctica es muy común que se junten dos personas diferentes en su manera de actuar y relacionarse con el entorno, hasta el punto de que en ocasiones nos resulta asombroso cómo pueden permanecer juntas y en principio sin conflictos importantes.

La explicación reside en que, aun teniendo personalidades diferentes, comparten la misma forma de entender la vida y les guían unos valores similares. No es tan importante, por ejemplo, que un miembro de la pareja sea más introvertido y el otro más extrovertido para evitar conflictos por l@s hij@s, sino estar de acuerdo en cómo desean educarles.

Aunque las parejas simétricas en cuanto a gustos, personalidad y filosofía de vida parecen contar en principio con la ventaja de tener menos motivos para discutir, las parejas complementarias también pueden beneficiarse de las diferencias y aprender de sus compañer@s formas de conducirse por la vida que les parezcan interesantes.

En la práctica, una persona opuesta a nosotr@s puede ejercer un gran magnetismo inicial, pero no resulta fácil mantener en el tiempo la fuerza del campo magnético sin cierta afinidad. Parece que Alberto Fuguet tenía razón: los polos opuestos se atraen pero no se comprenden y finalmente se repelen. O quizá no hay personas incompatibles sino personas que no saben manejar las diferencias.  

Si te ha gustado este artículo te animo a compartirlo. ¡Muchas gracias!