“PHUBBING”: PRACTÍCALO SI QUIERES DESCONECTAR DE TU PAREJA.

“Solía pensar que la peor cosa en la vida era terminar solo. No lo es. Lo peor de la vida es terminar con alguien que te hace sentir solo.” (Robin Williams)

El término “phubbing” se acuñó en la Universidad de Sidney en el año 2012 a partir de la unión de dos palabras en inglés: phone (teléfono) y snub (despreciar). Esta palabra, que no tiene equivalente en castellano, se creó para expresar una realidad surgida en nuestra sociedad actual: la acción de ignorar a la persona con la que nos encontramos en favor de prestarle atención al teléfono móvil.

Estamos, sin duda, en la era de la tecnología y la comunicación. Revisar facebook, twitter, el correo electrónico, mirar o enviar un whatsapp, son acciones del día a día, muchas veces practicadas de hora en hora, e incluso si se puede de minuto a minuto, que nos mantienen conectad@s con el mundo virtual y nos hacen, en ocasiones, olvidar el mundo real.

Los profesores James Roberts y Meredith David de la Universidad Baylor, en Texas, han estudiado los efectos del “phubbing” en las relaciones de pareja, concluyendo que casi la mitad de las personas encuestadas se han sentido en ocasiones ignoradas por sus parejas, con la consiguiente posibilidad de discusión e insatisfacción con la relación.

Para saber si estamos siendo víctimas o verdugos del phubbing podemos analizar si:

  • Cuando comemos con nuestra pareja, el móvil ocupa en la mesa un lugar privilegiado.
  • No dudamos en interrumpir una conversación con nuestra pareja para atender rápidamente a nuestro amigo inteligente tan pronto oímos su voz.
  • En nuestro tiempo libre conjunto usamos el móvil como una actividad lúdica individual mientras nuestro compañer@ pone cara de pocos amigos.
  • Cuando estamos con nuestra pareja y, ante el silencio, la primera reacción es revisar el móvil, incapaces de disfrutar de nuestra compañía.

Parece, vistas las situaciones descritas, que los teléfonos inteligentes no contribuyen demasiado a facilitar la comunicación de pareja. En lugar de servir para mantenerla conectada y fortalecer el vínculo emocional, su mal uso puede conducir a la incomunicación y a la sensación de ser ignorad@s por una de las personas que en principio más nos quiere aunque a veces nos cueste creerlo: nuestra pareja.

En este punto conviene recordar que el primer requisito para sentirnos escuchad@s, y no ignorados, es el contacto visual, algo imposible de cumplir mientras estamos atent@s al móvil.

Ante la desesperación de sentirse ningunead@, nuestra pareja puede optar por sugerir una posible solución que protagoniza una viñeta cómica: “¿Te importaría ponerme el smartphone en la frente? Así, al menos, podrías fingir que me atiendes cuando te hablo”.

Y tú, ¿eres inteligente y le haces sentir a tu pareja que no está sola?

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