CRISIS ECONÓMICA
¿NÚMEROS ROJOS TAMBIÉN EN EL AMOR?

El número de matrimonios celebrado en el estado español en el año 2013 fue de 155.098. Paralelamente el número de separaciones y divorcios ascendió a 100.327, lo que supone dos rupturas de pareja por cada tres matrimonios celebrados (últimos datos proporcionados por el I.N.E.).

A la vista de estos datos parece que la voluntad inicial de “hasta que la muerte nos separe” o “para siempre” queda lejos de cumplirse. De hecho, dejando a un lado las estadísticas oficiales, la realidad es que muchos de nosotr@s conocemos parejas que estos últimos meses han decidido poner fin a su relación, o incluso personas que en estos momentos se lo están planteando.

¿Están las rupturas de pareja relacionadas con la crisis económica que estamos viviendo?

De un lado, la sabiduría popular afirma que “el dinero no da la felicidad”; a lo que automáticamente añadimos “pero ayuda”. De otro lado, el refranero también indica que “cuando el dinero no entra por la puerta, el amor sale por la ventana”. En este sentido, sí es cierto que las dificultades económicas son una fuente de estrés y que, si no se sabe gestionar, lleva al conflicto y la insatisfacción.

No es menos cierto, sin embargo, que las rupturas también se producen en parejas con estabilidad económica en las que la cuestión monetaria por carencia de recursos no actúa como un generador de conflicto conyugal.

La clave parece encontrarse, por tanto, en contar con una estructura afectiva sólida que les permita superar cualquier crisis o situación problemática que irremediablemente tendrán que enfrentar a lo largo de su ciclo vital. Es necesario que la relación esté cimentada sobre unos pilares fuertes que impidan que se tambalee y resquebraje ante los temblores de mayor o menor intensidad a los que se verá expuesta la pareja.

Es posible que en algún momento de crisis sea necesario contar con un@ profesional para inicialmente apuntalar la relación e ir reforzando sus cimientos afectivos. La experiencia nos dice que muchas parejas no forman parte de la estadística de separaciones y divorcios porque deciden darse una oportunidad y aprender, desde un compromiso serio, modos de gestionar los conflictos y diferencias que faciliten la emersión de los sentimientos que los unen y que permanecían soterrados.

De cada un@ de nosotr@s depende que nuestra cuenta de amor permanezca en números rojos o hagamos aportaciones para que arroje un saldo positivo.

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