Con frecuencia escucho a personas que acuden a mi consulta manifestar literalmente “ya nosiento lo mismo por mi pareja”, lo cual les plantea la duda de si deberían seguir con ella o, por el contrario, terminar esa relación.
Esta duda vital genera, en quien la experimenta, una enorme ansiedad ante la toma de unadecisión donde se ven envueltos pensamientos y emociones dispares y cuya resolución final puede afectar a terceras personas, por ejemplo a los hij@as.
El número de matrimonios celebrado en el estado español en el año 2013 fue de 155.098. Paralelamente el número de separaciones y divorcios ascendió a 100.327, lo que supone dos rupturas de parejapor cada tres matrimonios celebrados (últimos datos proporcionados por el I.N.E.).
A la vista de estos datos parece que la voluntad inicial de “hasta que lamuerte nos separe” o “para siempre” queda lejos de cumplirse. De hecho, dejando a un lado las estadísticas oficiales, la realidad es que muchos de nosotr@s conocemos parejas que estos últimos meses han decidido poner fin a su relación, o incluso personas que en estos momentos se lo están planteando.